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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: novembre, 2011

La història del 'corralito'.

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Cualquier parecido de esta historia con la realidad griega, española o italiana no es pura coincidencia. Es la historia del corralito, la congelación de depósitos por 66.000 millones de dólares que atrapó a millones de argentinos el 3 de diciembre de 2001, hace casi 10 años. La paralización de 18 millones de cuentas acabó con un Gobierno que hacía todo para pagar la elevada deuda pública: rebajar la nómina a los funcionarios, las pensiones y mantener una moneda fuerte que restaba competitividad y destruía empleo. El corralito no fue el lado más trágico de la crisis argentina de 2001 y 2002, sino las muertes de niños por desnutrición, pero incendió la protesta social, desde los ahorradores que destrozaban los escaparates de los bancos hasta los pobres que saqueaban supermercados en una economía detenida por la falta de efectivo. La revuelta terminó con el Gobierno del radical Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de ese año y abrió paso a dos semanas en las que se sucedieron otros

Socialdemocràcia i irresponsabilitat.

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Alexis de  Tocqueville (1805-1859) va visitar els Estats Units l'any 1831 perquè el govern francès li havia encarregat un informe sobre el seu sistema penitenciari. Aquella experiència el va portar a escriure La democràcia a Amèrica , una de les teoritzacions polítiques més importants de la modernitat. El sociòleg francès feia algunes prediccions que en aquell moment del segle XIX devien resultar força desconcertants, com ara que els Estats Units i Rússia estaven condemnats a enfrontar-se, tal com va acabar passant durant la Guerra Freda. De fet, els dos anys que Tocqueville va romandre a Amèrica li van servir essencialment per a albirar com podria ser el món del futur. En general, va demostrar unes capacitats profètiques més que considerables. Mai no va tenir cap dubte que el model social i polític dels Estats Units representava el futur, mentre que l'Europa d'on provenia era, en molts sentits, un vestigi del passat. Tocqueville pensava que els ame

Pensament únic.

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La societat terapèutica.

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Se puede afirmar que la característica definitoria de la época global en la que estamos consiste en que realidad y capitalismo se han identificado. Esta identificación se produce después de una Gran Transformación de más de treinta años que ha visto desaparecer lo que antiguamente se llamaba ³la cuestión social´. No hace falta insistir, una vez más, que la derrota política del Movimiento Obrero está en la base de estas consideraciones. La coincidencia entre capitalismo y realidad significa antes que nada, que ya no hay afuera. Más exactamente, que ya no hay afuera del capital. Todavía dentro del marxismo clásico si bien renovado se ha querido aprehender esta transformación como una subsunción de la sociedad en el capital, y a la vez, como una generalización del trabajo a todos los ámbitos de la sociedad. Aquí es donde entra la vida en tanto que problemática. Subsunción implicaría que la vida (subjetividad, afectos…) es puesta directamente a trabajar para el capital. Este análisis a

Resposta d´un ciutadà grec.

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Querido Walter Me llamo Georgios Psomás. Soy funcionario público y no “empleado público”, como despectivamente, como insulto, se refieren a nosotros mis compatriotas y tus compatriotas… Mi sueldo es de 1.000 euros. ¿Por mes, eh? No vayas a pensar que son por día, como te quieren hacer creer en tu país. Desde 1981, tienes razón, pertenecemos a la misma familia. Solo que nosotros os hemos concedido en exclusiva un montón de privilegios, como ser los principales proveedores del pueblo griego de tecnología, armas, infraestructura (dos autopistas y dos grandes aeropuertos internacionales), telecomunicaciones, productos de consumo, vehículos, etc. Si me olvido de algo perdóname. Te señalo que dentro de la UE somos los mayores importadores de productos de consumo elaborados en las fábricas alemanas. La verdad es que no hacemos responsables solo a nuestros políticos por el desastre de Grecia. Han contribuido mucho algunas grandes empresas alemanas, las que pagaron enormes soborno

El llibre més perillós.

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¿Cuál es el libro más peligroso del mundo? El Mein Kampf, contestarán muchos rápidamente. La Biblia; el Corán; el Malleus maleficarum, el gran manual para la caza de brujas; El manifiesto comunista; algún grimorio como el ficticio Necronomicón, Madame Bovary, Kamasutra... Las respuestas pueden ser muy variadas, pero a pocos se les ocurriría seriamente considerar peligrosa una obrita como la Germania de Tácito, poco más de 30 páginas de tratado étnicogeográfico con intencionalidad moralizante escritas a finales del siglo I de nuestra era por un historiador romano. Y sin embargo, ¡diablos, qué daño ha hecho el librito de marras! Para los nazis fue una biblia de su causa: consideraban que probaba la superioridad alemana y se lo citó para justificar las leyes raciales de Núrenberg. Himmler tenía una fijación con esa obra, y ya se sabe a lo que conducían las fijaciones del reichsführer . En 1943 envió un destacamento de las SS a Italia para hacerse con el más antig

Carta oberta d´un ciutadà alemany.

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Queridos griegos Después de que Alemania haya tenido que salvar a los Bancos, ahora debe salvar también a Grecia. Los griegos, que primero han hecho alquimias con el Euro, ahora en vez de hacer economías, hacen huelgas. Queridos griegos: desde 1981 pertenecemos a la misma familia. Nosotros, los alemanes, hemos aportado más nadie al Fondo común, cerca de 200 mil millones de euros, mientras que Grecia ha recibido cerca de 100 mil millones, o sea, la mayor suma per cápita que ningún otro pueblo de la UE ha recibido. Hasta ahora, jamás ningún pueblo había ayudado a otro voluntariamente hasta tal grado y durante tanto tiempo. Sinceramente, sois los amigos más caros que tenemos. El caso es que no solo os engañáis a vosotros mismos, sino que también nos habéis engañado a nosotros. En esencia, nunca habéis demostrado ser merecedores de nuestro Euro. Desde vuestra incorporación a la moneda única, nunca habéis logrado cumplir con los criterios de estabilidad. Dentro de la UE s

Història de l´euro.

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by Erlich Últimament sento molt sovint una paraula: tecnòcrata . De vegades es fa servir en sentit pejoratiu: els creadors de l'euro -ens diuen- eren uns tecnòcrates que no van tenir en compte els factors humans i culturals. De vegades es fa servir en termes laudatoris: els nous presidents del govern de Grècia i Itàlia són uns tecnòcrates que se situaran per damunt de la política i faran el que cal fer. No hi estic d'acord. Conec els tecnòcrates, de vegades jo mateix faig de tecnòcrata. I aquesta gent -els que pressionaven Europa perquè adoptés una moneda comuna, i els que pressionen Europa i els Estats Units perquè apliquin mesures d'austeritat- no són tecnòcrates. Ben al contrari, són uns romàntics molt poc pràctics. No cal dir, però, que són uns romàntics especialment avorrits que, en lloc de fer poesia, utilitzen una prosa molt ampul·losa. I les coses que exigeixen en nom de les seves visions romàntiques solen ser cruels i impliquen enormes

Missatges subliminals.

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by José Luis Agreda Si, como explica bien Raúl Eguizábal en Industrias de la conciencia (una ‘Historia social de la publicidad en España’ muy recomendable), la industria publicitaria no nos vende objetos, sino significados, aquí van unos cuantos que estos días circulan, y que dan la medida de en qué nos estamos convirtiendo. Una caja de ahorros (ex caja, más bien) ofrece planes de pensiones con la iconografía habitual: ancianos de muy buen ver que juegan al golf, manejan el timón de un yate o toman el sol. Hasta ahí, todo normal. Luego leemos los eslóganes, uno por cartel: “Jubílate como los alemanes”, “Jubílate como los holandeses”, “Jubílate como los finlandeses”. El subtítulo es nítido, sin disimulo: “No vayas a jubilarte como un español, con una pensión de mierda.” Otro ejemplo: una aseguradora vende un seguro sanitario, producto que poca publicidad necesita con la que está cayendo en la sanidad pública. Tras enumerar las ventajas, añade al final: “y sin c

Ser home és viure en el llenguatge.

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by Max Acojamos el tiempo tal como él nos quiere", esta es la cita de Shakespeare que Stefan Zweig elige como pórtico de su libro de memorias, El mundo de ayer; un libro en el que habla de esa generación que vivió entre las dos guerras haciendo suyo el sueño de una Europa unida por el arte y la cultura. La última generación capaz de creer en el ser humano, como se afirma en la contraportada del libro. ¿Es verdad esto? ¿Podemos afirmar que la crisis de la razón y de la cultura es tan grande hoy en día que ya no es posible un sentimiento así? Vivimos en un mundo convulso y complejo, lleno de flagrantes injusticias, pero no es peor que el que le tocó vivir a Stefan Zweig , y basta leer su libro para ratificarlo. Puede que exista, sin embargo, una diferencia esencial. Leyendo a los escritores de ese tiempo, se tiene la impresión de que en el nuestro hemos dejado de creer en el valor de las palabras. Stefan Zweig pertenece a un mundo que pensaba que los escrit

La síndrome de Berlin.

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Quizá un símil con lo que ocurre en la selva me pueda ayudar en el argumento. Los mercados se comportan como los depredadores que acechan a las manadas de animales de las sabanas. Los depredadores huelen la sangre de los miembros más débiles. Pero solo se lanzan sobre la presa cuando tienen la seguridad de que el resto de la manada no vendrá en su ayuda. Antes merodean a su alrededor y hacen conatos de ataque para ver la reacción del jefe de la manada. Si ven que desarrolla un liderazgo solidario, el depredador se lo piensa dos veces antes de arremeter contra la presa, para no salir mal parado del ataque. Pero si ve que desarrolla un comportamiento oportunista, se lanzan sobre la pieza. El comportamiento de los 17 países que componen el euro se parece al de una manada en la que el jefe no ejerce un liderazgo solidario e intimidador. En esta situación, los mercados se comportan como los depredadores. Y lanzan ataques sobre las presas más débiles. Pero a medida que esta

Què és la ironia?

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Copio mi título de hoy del de una novela de Milan Kundera donde se cuenta la historia de un profesor universitario que, en la Checoslovaquia comunista de la posguerra, arruina su vida por hacer una broma. A las mentes totalitarias no les gustan las bromas. Y es natural. Toda broma auténtica presupone ironía, y toda ironía presupone que una cosa puede ser varias cosas a la vez. Cervantes, que inventó la ironía o al menos la convirtió en un ingrediente obligatorio de la novela, mostró que Sancho Panza es un tonto, pero también un sabio, y que don Quijote es ridículo, pero también heroico. Eso es la ironía: la revelación deslumbrante de que la realidad no es unívoca, de que una cosa puede ser una cosa y su opuesto, de que existen las verdades contradictorias, por usar la fórmula de Isaiah Berlin . Y eso es lo que no puede admitir el fanático: para él, las cosas sólo son lo que son y nada más; es decir: son sólo lo que él dice que son. De ahí que odie la ironía, el humor,

Torna la doctrina de l´estat d´excepció permanent (2).

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Aunque cargado de menos dramatismo, el argumento sigue siendo válido si, en lugar de una guerra, las dificultades extraordinarias que toma en consideración un parlamento para conceder el poder a un Gobierno de excepción son económicas. Si el Gobierno de excepción fracasa contra la crisis, es el régimen democrático el que fracasa. Pero si logra resolverla, la legitimidad democrática puede convertirse a partir de ese momento en un prejuicio de puristas, en un ensueño benéfico que no resiste el contraste con la realidad y al que conviene renunciar en nombre del pragmatismo o del sentido común. Es precisamente eso, el pragmatismo, el sentido común, o por mejor decir, el espejismo del pragmatismo, del sentido común, lo que ha hecho de la República gobernada por los filósofos, por la aristocracia de los sabios, una tentación irresistible desde los tiempos de Platón , a la que en España sucumbió Ortega lo mismo que, en Italia, Mosca y Pareto . Como también han sucumbido, en fechas má

Allò democràtic.

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Comuna de París Para entender el papel central que juega la figura del ciudadano ya no podemos quedarnos simplemente en el marco de lo que siempre se ha denominado democracia. La democracia, en la medida que se hacía forma Estado y dejaba de ser “la menos mala de las formas de gobierno” como tantas veces se nos decía, experimenta necesariamente una transformación total. Para dar cuenta de esta mutación proponemos el desplazamiento desde “la democracia” a “lo democrático”. De la misma manera que C. Schmitt en un momento propuso pasar de la política a “lo político” y así abrió una nueva manera de abordar la cuestión de la política, nosotros creemos que hoy es factible hacer algo semejante respecto a la democracia. Si los mismos defensores de la “verdadera” democracia tienen que añadirle adjetivos para poder caracterizarla (participativa, inclusiva, absoluta…) es que la situación ya está madura para plantear su crítica. La democracia, como hemos adelantado, ya no es u

Apologia del funcionari.

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No sé si la meva por és exagerada, però sempre he cregut que una Administració ben pagada i, sobretot, socialment ben considerada és la millor arma contra la corrupció. L’orgull per a la funció pública hauria de ser, i més en un país petit i precari com és el nostre, el millor dels valors socials. Precaritzar l’Administració i, el que és pitjor, estigmatitzar-la, no és mes que obrir una porta a l’augment de la corrupció. És precisament en temps de crisi quan més necessitem els funcionaris. Que vigilin que els maons s’aguantin, que no s’explota la precarietat dels treballadors, que el menjar que se serveix és sa i net. Que les granges no dopen el bestiar. Perquè si menyspreem aquestes funcions i les menystenim, és possible que millorem els números comptables de l’Administració però posarem en perill la seva funció bàsica: garantir que qui guanya diners ho fa de forma legal i justa. Potser sortirem de la crisi, però el que, com a pagadors d’impostos hem d’exigir,

Torna la doctrina de l´estat d´excepció permanent (1).

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En Los orígenes del totalitarismo, Hannah Arendt consideró como "desesperados intentos de escapar a la responsabilidad" las múltiples ideologías que, desde mediados del siglo XIX, pretendieron encarnar "las claves de la Historia". El fantasma del comunismo recorriendo Europa, como después lo harían los del fascismo y el nazismo, eran la referencia implícita en la expresión "múltiples ideologías" que utiliza Arendt . Desmoronado el comunismo y derrotados militarmente el fascismo y el nazismo, se podría pensar que Europa estaba, por fin, libre de fantasmas. Y, sin embargo, durante las últimas semanas uno nuevo habría empezado a recorrerla a consecuencia de la crisis del euro y de la deuda soberana. Primero en Grecia y después en Italia, el fantasma de la tecnocracia ha hecho su aparición. El Gobierno de ambos países, cuya gestión económica ha fracasado, se ha visto desplazado por equipos de especialistas que han contado con el voto mayorita

La bona tecnocràcia.

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En sus orígenes (comienzos del siglo XX), la tecnocracia pretendía aplicar al gobierno de la sociedad los principios de eficiencia técnica y conocimiento científico que los ingenieros aplicaban al diseño y control de las máquinas en las fábricas. El inventor del término definía la tecnocracia en 1919 como “el Gobierno del pueblo a través de sus sirvientes, los científicos e ingenieros”. En aquella época al menos, la palabra tenía más resonancias progresistas que conservadoras. ¡Cuántas vueltas ha dado el mundo para que ahora la veamos como un instrumento de manipulación y de opresión del pueblo, en manos de gestores sin escrúpulos, responsables de habernos llevado a la ruina manipulando de forma irracional los mercados financieros! El movimiento tecnocrático perdió fuelle porque no supo dar respuestas adecuadas a la crisis del 29. Fue una crisis de irracionalidad y de inmoralidad, ante la que los ingenieros no tenían mucho que decir y de la que Roosevelt ayudó a sa

Què és avui en dia ser ciutadà?

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Hoy el ciudadano ya no es un hombre libre. El ciudadano ha dejado de ser el hombre libre que quiere vivir en una comunidad libre. La conciencia política que no se enseña sino que se conquista, ha desaparecido paulatinamente. No podía ser de otra manera. El espacio público se ha convertido en una calle llena de tiendas abiertas a todas horas, en un programa de televisión en el que un imbécil nos cuenta detalladamente por qué se separó de su mujer. La escuela, por su parte, no tiene que promover conciencia crítica alguna sino el mero aprendizaje de conductas ciudadanas “correctas”, variaciones de una pretendida “educación para la ciudadanía”. Las luchas políticas parecen asimismo haber desaparecido de un mundo en el que ya sólo hay víctimas de catástrofes diversas (económicas, ambientales, naturales…). Y, sin embargo, cuando los políticos se dirigen a nosotros, cuando se llenan la boca con sus llamadas a la participación, siguen llamándonos ciudadanos . ¿Por qué? ¿Por

Sobre la justícia (sofistes)

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