El liberalisme espanyol.


Donoso Cortés
Todo el siglo xix español es un siglo de fracaso institucional del liberalismo porque, a diferencia de lo que pasa en Francia o en Inglaterra, los conservadores no se hacen liberales; o mejor dicho, los liberales no asumen que tienen que hacerse casi conservadores. En ese sentido, me parece fascinante la figura de Donoso Cortés, que es el liberal caído del caballo, un hombre vinculado al temprano intento de levantar un Estado liberal tras la  muerte de Fernando VII; que tras vivir la revolución de 1848 se hace reaccionario, y cuya pieza teórica más importante es su Discurso sobre la dictadura, que Carl Schmitt estudiará y será el origen de su tesis doctoral y de su fascinación por la reacción. A partir de aquí, el pensamiento de las derechas españolas se va a alimentar de la influencia emocional de Donoso, del trasfondo teórico-moral de Balmes y por supuesto de la portentosa riqueza teórica de Menéndez Pelayo. Y habrá que esperar hasta entrado el siglo xx, de la mano de Ortega, para que de nuevo el pensamiento liberal recupere visibilidad. Pero ya se ha construido una marginalidad alrededor de él que dificulta la penetración entre las clases medias de la España del siglo xix y que se convierta en un discurso vertebrador de la propia reflexión política. La Restauración fracasó en tratar de convertir el liberalismo en el eje motriz; avanzó mucho pero fracasó porque no había ese sustrato que sí continuó en Francia y en Inglaterra. Eso hace que en términos generales el liberalismo en España haya tenido unos derroteros tan complejos, no haya calado, haya tenido un elemento de marginalidad y de heterodoxia difícilmente digerible por muchos, haya sido anatemizado por la Iglesia, ha- ya sido proscrito por el pensamiento más conservador y reaccionario, que ha visto en él los peores vicios de la política, y al final incluso determinados elementos de la izquierda más ilustrada han encontrado en el liberalismo un campo fértil para alimentar determinados planteamientos teóricos e incluso programáticos, con lo cual se ha convertido también en un territorio muchas veces ambiguo. Finalmente, en los últimos años ha sido además objeto de una especie de inflación argumentativa utilizada por determinados grupos que han querido convertir el liberalismo en una especie de redención profética, que tiene que ver más con sus propias identidades personales que con lo que realmente es la conducta de un liberal.

José María Lassalle, El liberalismo ayer y hoy, entrevista de Ramón González Ferriz, Letras Libres, Enero 2011

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