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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: juny, 2014

Temporalitat lenta, temporalitat ràpida.

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forges … la antigüedad no es antigua solamente por ese criterio extrínseco y arbitrario que consiste en que “viene antes” (antes, por ejemplo, que la modernidad), sino que los tiempos antiguos son aquellos en los cuales se experimenta el tiempo como volcado hacia un antes a partir del cual comienza la de cadencia (por esa razón “cualquier tiempo pasado fue mejor” por definición, y por ello mismo los jóvenes carecían en la antigüedad de un valor futuro comparable al que ostentan en la modernidad). Así como los viejos –que necesariamente, por muy modernos que sean, siempre son algo antiguos. Caminan despacio, la antigüedad es una temporalidad lenta : quiere retrasar todo lo posible el alejamiento de lo mejor y la llegada de lo peor, por el mismo motivo que la modernidad es de suyo una temporalidad histórica rápida y acelerada, pues tiene prisa por superar la adversidad y llegar a lo mejor tan pronto como se pueda (ya que, por definición, cualquier tiempo futuro será mejor). (pág.

Fascinats pel cervell.

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Hace ya tiempo que la dualidad mente-cerebro dejó de ser tal. Hay una estructura compleja, lo más complejo que conocemos, en la que reside el pensamiento, lo que nos hace humanos, y no hay una dualidad inexplicada sino una ficción largamente alimentada. Los cien mil millones de neuronas que se calcula que hay en nuestro cerebro, más o menos el mismo número de estrellas que se considera que hay en nuestro barrio cósmico, en la Vía Láctea, son aún un continente por descubrir completamente, como el universo. Son las dos grandes regiones de conocimiento que aún nos retan, las grandes lagunas de ignorancia que aún tenemos que rellenar. Pero los abundantes ensayos que sobre el cerebro aparecen en las librerías ya dejan claras algunas cuestiones, entre ellas que el cerebro es una máquina muy compleja, ni más ni menos, y que seguimos fascinados por él, sobre todo porque seguimos fascinados por nosotros mismos. El neurólogo holandés Dick Swaab, director del Instituto Holandés de Neurocie

Els perdedors de Silicon Valley.

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La historia la escriben los vencedores. Por eso Silicon Valley es el sitio de los millonarios menores de 30 con intelecto para cambiar el mundo desde un MacBookPro –hay cosas que no se consiguen desde un PC–. Pero hay un submundo en el valle, no digamos de perdedores, llamémosles almas en pena que flotan en el limbo de las rondas de financiación. Lo conforman genios llegados de todas partes para buscar su oportunidad, y codearse con otros nerds . Porque entre nerds se decide el futuro, el resto somos basura genética. Todos creen que su idea es disruptive porque quien no aspire a la disrupción no merece pisar San Francisco. Son aspirantes a emprendedores, el peldaño más bajo de Silicon Valley, fundadores de startups sin clientes. Chicos de 20 entregados al insaciable dios de las startups, una deidad que pide sangre joven. Conocí a algunos en una Hackers House de SOMA (San Francisco) mientras ayudaba con la mudanza a mi amigo Nick. Estuve cuatro horas y nunca cambiaron de

Una vida sotmesa a la qüantitat (Ignacio Castro Rey)

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¿Dónde quedan las humanidades bajo el paradigma económico imperante? ¿Cuál crees que es su futuro? En principio, se trata de un mero adorno. Las “humanidades” han de aprender a ser agresivas, mucho más  duras  que las ciencias. Tienen una relación con la noche que a la ciencia le asusta y, para salir de esa reserva india a la que se las condena, deben aprender a  infiltrarse  en el cuerpo social diurno, a dejar ahí sus cargas de profundidad. Si se refugian en la Universidad, aceptan su papel subsidiario. ¿Ya no queda otra alternativa en la universidad que especializarse? ¿Crees que es prescindible estudiar hoy en la universidad? La Universidad, que es manifiestamente mejorable (aquí y en todas partes), es de todas formas una maldición si uno  cree  en ella.  Es aconsejable reservar las creencias para otras cosas. Con todo, uno puede especializarse (técnica, profesionalmente) y negarse a una especialización integral, digamos, anímica. Es imprescindible resistir a este nue