Test de la dislèxia.



Dytective for Samsung es un detector de riesgo de tener dislexia creado por Change Dyslexia a partir de investigación desarrollada en Carnegie Mellon University.


La dislexia —que suele pasar desapercibida tanto para los padres, como para los profesores, como para los propios afectados— es una máquina trituradora de niños. “Se quedan por el camino pensando que son tontos y no valen”, lamenta la lingüista Luz Rello. El 40% del abandono escolar está relacionado con dificultades del lenguaje. Y la dislexia, cuyo origen está en el cerebro, es la más frecuente. Los disléxicos poseen una inteligencia normal o superior a la media, pero son como ciegos para las palabras, igual que un daltónico no puede ver determinados colores. Si no se detecta su problema, el sistema educativo les pasa por encima: para aprender hay que leer y para demostrar lo aprendido hay que escribir. Otros disléxicos, como el estadounidense Steve Jobs, cofundador de Apple, sí logran el éxito profesional.

Rello cree que tiene una solución al problema. Junto a su equipo, ha desarrollado Dytective, una aplicación que mezcla juegos lingüísticos con inteligencia artificial, para detectar dificultades de lectura y escritura. “Tiene un 86% de precisión”, afirma la lingüista, primera persona española en recibir el premio Joven Investigador Europeo de la organización Euroscience, en 2013, y también nombrada Innovadora Social del Año menor de 35 años en España por el MIT Technology Review, en 2014, por sus anteriores investigaciones sobre la dislexia.

Manuel Asende, Descubre si tienes riesgo de dislexia en 15 minutos, El País 31/12/2015


Dytective Test es un detector de riesgo de tener dislexia, pero no hace un diagnóstico. Aplicamos metodologías de cribaje para saber qué alumnos tienen riesgo de tener dificultades de lectoescritura y, de todas esas dificultades, la dislexia supone un 80%. La herramienta que hemos creado es muy simple, aparentemente. Se trata de hacer juegos como rellenar palabras o buscar errores, y dura unos 15 minutos. Analizamos unas 200 variables con un sistema muy sofisticado, y después se elabora un índice del riesgo de dislexia. Pero esto que parece tan simple ha llevado más de dos años de investigación exclusiva y casi siete de recopilación de datos. Han trabajado siete personas en el equipo científico, una treintena de asesores y unos 300 voluntarios, sobre todo profesores y terapeutas. Además, han colaborado las familias, que fueron implicando a más gente. En total hemos llegado a 10.000 personas. Lo más emocionante, para mí, es que la investigación ha salido a la calle; ha sido como un gran crowdsourcing de investigación entre miles de personas.

Patricia Fernández de Lis, entrevista a Luz Rello: "Hay que salir del armario de la dislexia", El País semanal, 11/04/2017

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